Corona de merengue

Calentar el horno hasta una temperatura de 130°C.

Colocar una boquilla rizada de 12 milímetros en una manga grande para decorar y llenarla con la mitad de la preparación de merengue, o hasta casi cinco centímetros del borde de la manga. Dejar a un lado.

Con un lápiz, dibujar un círculo de 25 centímetros sobre tres hojas de papel impermeable para que no se pegue. Poner cada hoja de papel en una placa para horno.

Para hacer la base de la canasta, dibujar con la manga un círculo sobre una de las hojas de papel. Rellenar el centro dibujando círculos cada vez más pequeños hasta que el círculo quede totalmente relleno.

Llenar la manga con el resto de la preparación de merengue. Para hacer los costados de la canasta, dibujar un anillo de 25 centímetros sobre cada una de las dos hojas de papel restantes.

Ubicar las placas en el horno y cocinar el merengue durante una hora y media o hasta que esté crocante, pero de color pálido.

Retirar las placas del horno y dejar enfriar el merengue durante cinco minutos. Luego pasar la base y los costados de la canasta, con sumo cuidado, a una rejilla. Cuando estén frías quitarles el papel.

Para armar la canasta colocar la base sobre una fuente. Pintar el borde exterior con un poco de mermelada o crema, de acuerdo al relleno que se utilice. Ubicar un anillo sobre la base. Pintarlo con un poco de glasé o de crema y poner el otro anillo sobre el primero. Colocar la canasta de merengue sobre una fuente poco profunda para llevar a la mesa. Recubrir el borde superior de la canasta con un poco de baño de crema de manteca. Extender la cobertura restante sobre la parte exterior del merengue.

Presionar ligeramente los pistachos o almendras y la fruta picada contra el baño, alrededor del borde

superior y los costados de la corona. Luego hacerlo mismo con las cerezas glaseadas.

Rellenar la corona con el helado. Servir de inmediato.