Rellenos con duraznos, y mojados en vino blanco, estos pastelitos pueden servirse calientes con crema de vainilla, como postre, o frío con el té o café.
"Pequeñas masitas de naranja como las que solía hacer la abuela". Es raro escuchar estas palabras en la actualidad, pero los pastelitos de naranjas son iguales a los que solían...