Kissel de vino blanco

Colocar el vino en un cacerola y luego poner las frutillas de manera que queden bien cubiertas por el líquido.

Disponer el recipiente sobre el fuego, aumentar la llama a fuerte y cocinar hasta que llegue a hervir. Reducir entonces el fuego y continuar cocinado lentamente durante quince o veinte minutos o hasta que las frutillas estén blandas al pisarlas con un tenedor.

Retirar el recipiente de la llama y, con ayuda de un colador o una estopilla, colar la fruta dejándola caer dentro de un bol de tamaño mediano. Presionar las frutillas cocidas contra el colador usando la parte posterior de una cuchara de madera u otro tipo de superficie abovedada. El resultante será un puré que no debe descartarse, sino conservarse para el próximo paso.

Disponer nuevamente el puré en la cacerola, agregar las 4 cucharadas de azúcar y revolver. Colocar el recipiente sobre fuego moderado y llevar la preparación a hervor, revolviendo con frecuencia.

Poner la mezcla de arrurruz y vino blanco en un bol mediano e ir añadiendo el agua hirviendo en forma gradual. Revolver constantemente hasta que el líquido se espese.

Verter la preparación de arrurruz y vino blanco sobre el puré de frutillas y revolver paro mezclar bien.

Añadir la rayadura de naranja y la de limón. Continuar cocinando hasta que la preparación se espese por efecto de la evaporación, sin dejar de revolver.

Retirar el recipiente del fuego y ubicar el kissel dentro de una fuente apropiada para llevar a la mesa. Si se desea servirlo caliente, dejar entibiar unos minutos y luego poner en la heladera.