Conejitos de pascua

Calentar el horno hasta una temperatura de 200°C. Enmantecar una placa para horno con una cucharadita de manteca y dejarla a un lado.

En un bol grande, batir el resto de la manteca junto con 1/4 de taza de azúcar, empleando una cuchara de madera. Agregar la yema del huevo a los ingredientes anteriores y batir la preparación durante dos minutos más, o hasta que esté liviana y, además, cremosa.

Tamizar la harina junto con el polvo para hornear y la sal, dejándolos caer dentro del bol y mezclar bien. Incorporar la leche en forma gradual, revolviendo hasta que la masa esté bastante suave. Tapar el bol con un repasador húmedo y ubicarlo dentro de la heladera. Dejar enfriar la masa durante una hora o hasta que esté bastante firme.

Colocar la masa sobre una tabla ligeramente enharinada y extenderla hasta que tenga un grosor de seis milímetros. Cortarla en forma de redondeles, empleando cuatro cortadores de pasta de cinco centímetros, de dos centímetros y medio, de dos centímetros y de doce milímetros. Formar diez redondeles de cinco centímetros, diez de dos centímetros y medio, veinte de dos centímetros y diez de doce milímetros. Armar los conejitos empleando los redondeles más grandes para hacer el cuerpo, los medianos para la cabeza y los pequeños paralas colitas. Las orejas se hacen con los redondeles de dos centímetros, que deben aplanarse y estirarse hasta que adquieran una forma oval. Ubicar los conejitos sobre la placa enmantecada y cocinarlos en el centro del horno durante diez minutos.

Retirar la placa del horno y pintar los bizcochitos con la clara de huevo, empleando un pincel de pastelero. Espolvorearlos con el azúcar restante.

Colocar la placa nuevamente en el horno y cocinar los conejitos durante diez minutos más o hasta que estén dorados.