Damascos Condé

Mientras el horno se calienta a una temperatura moderada de 170°C, untar con el aceite el interior de una budinera de 20 em de diámetro.

Lavar el arroz bajo el agua de la canilla, hasta que corra limpia y sin escurrirlo y colocarlo en cacerola junto con la leche, la manteca, el azúcar y la esencia de vainilla. Añadir la pizquita de sal y llevar el líquido a hervor sobre fuego alto. Revolver hasta que el azúcar se haya disuelto y los ingredientes estén bien mezclados. Tapar la cacerola y continuar la cocción hasta que el arroz esté a punto. Retirar del fuego.

Batir suavemente las yemas e in­corporarlas al arroz. Echar la preparación en el molde, cubrirlo y enfriar en la heladera hasta un momento antes de servir. Mientras tanto, para preparar la salsa, poner el agua junto con el azúcar en una cacerola a fuego moderado. Cuando el azúcar se disuelva, aumentar la llama y llevar el líquido a punto de ebullición. Adicionar los damascos, bajar el fuego y cocinar hasta que estén bien tiernos.

Retirar 12 mitades de la fruta y pa­sarlas a un bol. Cuando estén frías, colocar el recipiente en la heladera. Poco antes de servir, retirar el arroz de la heladera y, con mucho cuidado, hacer correr el filo de un cuchillo alrededor del molde; desmoldar el arroz sobre una fuente para servir. Adornar la superficie con los damascos separados y bañar el postre con la salsa. Servir enseguida.

Si se desea presentar este budín ca­liente, colocar el arroz, una. vez cocido, en una fuente térmica.

Decorar con los damascos y algunas cerezas glaseadas.

Introducir en el horno y calentar únicamente lo necesario. La salsa debe servirse aparte, en una salsera para mesa.