Lasaña rellena con espinaca

Primero preparar la salsa. En una cacerola de tamaño mediano calentar el aceite de oliva sobre fuego moderado. Cuando esté caliente incorporar las cebollas y el ajo y cocinarlos durante cinco o siete minutos o hasta que las cebollas estén blandas y transparentes pero no doradas; revolver de tanto en tanto. Agregar los hongos y cocinar durante tres minutos.

Añadir los tomates con el jugo de la lata, el puré de tomates, la albahaca, la sal, la pimienta y mezclar bien los ingredientes. Llevar el líquido a hervor. Reducir el fuego al mínimo y cocinar lentamente la salsa durante cuarenta minutos. Revolver de tanto en tanto. Retirar el recipiente del fuego y dejar aparte.

Llenar hasta la mitad una cacerola grande con agua y agregar una cucharada de aceite de oliva. Llevar el agua a hervor sobre fuego fuerte. Incorporar la mitad de las lasañas, de a una, y cocinarlas durante doce o quince minutos o hasta que estén "al dente" o apenas tiernas. Cuando la pasta esté cocida retirarla del recipiente con una espátula para pescado o con un par de pinzas cuidando de no romper las lasañas.

Agregar el resto del aceite de oliva al contenido de la cacerola y cocinar las lasañas restantes siguiendo el mismo procedimiento. (El aceite impide que las lasañas se peguen unas con otras.)

Calentar el horno hasta una temperatura de 190°C.

Poner una tercera parte de las lasañas dentro de una cazuela para horno de tamaño mediano. Extender sobre las mismas la mitad de la espinaca y cubrir con la mitad de la mozzarella. Verter la mitad de la salsa de tomates sobre los ingredientes anteriores y espolvorear con un tercio del queso parmesano. Continuar formando capas de la misma forma hasta utilizar todos los ingredientes; terminar con una capa de lasañas espolvoreadas con queso parmesano.

Ubicar la cazuela en el horno y cocinar la preparación durante veinticinco minutos. Retirar el recipiente del horno y cortar las lasañas en cuadrados. Servir de inmediato.