Linzertorte

Tamizar la harina junto con las almendras molidas y la canela dejándola caer sobre una tabla o mesada de mármol y mezclar todo con la cáscara de limón.

Formar un pozo en el centro y ubicar dentro del mismo la manteca y el azúcar. Mezclar cuidadosamente empleando la punta de los dedos hasta formar un bollo grande de masa. La masa no debe trabajarse demasiado pues de lo contrario se tornará pegajosa.

Envolver el bollo de masa con papel encerado o papel manteca y enfriarlo en la heladera por lo menos una hora.

Calentar el horno hasta una temperatura moderada de 180°C.

Colocar un molde para tarta de veintidós centímetros y medio de diámetro sobre una placa para horno. Retirar la mitad de la masa del bollo y dejarla aparte. Poner el resto en el centro del molde y empujar la preparación con la punta de los dedos hasta cubrir la base y los costados del recipiente.

Empleando una cuchara poner la mermelada de frambuesas sobre la masa y extenderla formando una capa gruesa con la ayuda de una espátula o de un cuchillo de hoja plana.

Estirar sobre la mesa espolvoreada con harina la masa restante en forma de rectángulo de medio centímetro de espesor. Cortarla en tiras de dos centímetros de ancho. Acomodar las tiras en forma cruzada sobre la parte superior de la tarta dibujando un enrejado.

Empleando un pincel de pastelería, pintar la masa con la clara de huevo. Ubicar la tarta en el horno y cocinarla durante cuarenta minutos o hasta que la pasta esté dorada.

Retirar la "linzertorte" del horno, espolvorearla a gusto con azúcar impalpable y dejar que se enfríe.

Quitar el molde y colocar la tarta sobre una fuente para servir.