Cazuela de bacalao a la portuguesa

Poner el bacalao en un bol mediano y cubrirlo con agua fría.

Dejarlo en el recipiente durante por lo menos doce horas para que se remoje bien. Cambiar el agua cada tres o cuatro horas.

Escurrir el bacalao y enjuagarlo bien para quitarle la sal. Colocarlo dentro de una cacerola mediana, cubrirlo con agua y llevar el líquido a hervor sobre fuego fuerte. Reducir el fuego, tapar el recipiente y cocinar lentamente durante quince minutos o hasta que el pescado esté cocido.

Descartar el agua y escurrir bien el bacalao. Quitarle la piel y las espinas, desmenuzarlo y dejarlo a un lado.

Calentar el horno hasta una temperatura de 190°C.

Llenar hasta la mitad una cacerola grande con agua salada y llevarla a hervor. Agregar las papas y hervirlas durante quince o veinte minutos o hasta que estén cocidas. Escurrirlas, cortarlas en rodajas y dejarlas a un lado.

En una sartén grande, calentar cuatro cucharadas de aceite de oliva sobre fuego moderado. Cuando esté caliente agregar las cebollas y freirías durante ocho minutos, revolviendo de vez en cuando hasta que estén blandas pero no doradas. Incorporar los tomates, el ajo y la pimienta y cocinar durante cuatro minutos revolviendo cuidadosamente. Retirar el recipiente del fuego.

Acomodar las rodajas de papas, el bacalao, las cebollas y los tomates en la cazuela, formando capas hasta que el recipiente esté lleno. Bañar todo con el resto del aceite. Poner la cazuela en el centro del horno y cocinar durante treinta minutos hasta que todos los ingredientes estén bien calientes y la parte superior esté dorada.

Adornar el plato con aceitunas, huevo duro y perejil. Servir caliente.