Nougat de chocolate

Forrar una asadera cuadrada, de veinticinco centímetros de lado, con dos hojas de papel de arroz o de hojuelas de hostia y dejarla aparte.

Verter la miel dentro de un bol térmico y ubicar el recipiente sobre una cacerola grande llena hasta la mitad de agua hirviendo. Colocar sobre fuego moderado y cocinar durante cinco o diez minutos o hasta que la miel se licué bien, revolviendo constantemente. Continuar la cocción de cuarenta y cinco minutos a una hora o hasta que una cucharadita de miel depositada dentro de un bol pequeño lleno de agua fría forme una bolita dura.

Mientras tanto, en una cacerola pequeña, disolver un cuarto de taza de azúcar en un cuarto de taza de agua sobre fuego moderado, revolviendo sin cesar. Añadir el chocolate y continuar cocinando sin dejar de batir hasta que el chocolate se haya derretido. Retirar el recipiente del fuego y mantener la preparación caliente.

En un bol, batir las claras de huevo con un batidor de alambre o uno giratorio hasta que con ellas puedan formarse picos duros. Dejarlas aparte.

En una cacerola pequeña, calentar el azúcar y el agua restantes sobre fuego mínimo y revolver hasta que el azúcar se disuelva completamente. Aumentar el fuego y, cuando rompa el hervor, cocer durante tres a cuatro minutos o hasta que el caramelo tome un color marrón claro. El almíbar no debe cocinarse en exceso pues de lo contrario se oscurecerá demasiado y se tornará amargo. Retirar el recipiente del fuego.

Agregar las claras de huevo a la miel derretida, en forma lenta y batiendo sin cesar. Añadir el caramelo y revolver hasta que los ingredientes estén bien mezclados. Incorporar la preparación de chocolate, ligar todo bien y agregar las avellanas y mezclarlas.

Retirar el recipiente del fuego. Verter la preparación dentro de la asadera preparada y emparejar bien la superficie del nougat con una espátula previamente remojada en agua fría, actuando en forma rápida.

Dejar enfriar la preparación durante veinte minutos. Con un cuchillo filoso, previamente remojado en agua fría, marcar profundamente la superficie del nougat formando cuadrados de dos centímetros y medio de lado. Una vez fría, separar los cuadrados y servir. Como alternativa, puede envolverse el nougat en papel encerado o papel manteca y almacenarlo en un lugar fresco y seco hasta el momento de llevarlo a la mesa.