Albóndigas con salsa muy condimentada

Poner el cordero, la mitad de la cebolla picada, el perejil, el tomillo y 1/2 cucharadita de sal en un bol grande. Mezclar y amasar bien los ingredientes con las manos. Formar aproximadamente 36 albóndigas de 2 y 1/2 centímetros de espesor.

En una sartén grande, derretir la manteca con el aceite sobre fuego moderado. Cuando la espuma baje, agregar las albóndigas de a poco y freirías entre 6 y 8 minutos o hasta que estén bien doradas, dándolas vuelta con frecuencia. Usando una espumadera, pasar las albóndigas a un plato. Mantenerlas calientes mientras se fríe el resto siguiendo el mismo procedimiento. Dejar a un lado.

Agregando más aceite y manteca si fuera necesario, freír el resto de la cebolla y la papa en la misma sartén de 5 a 7 minutos o hasta que la cebolla esté blanda y transparente, pero no dorada, y la papa casi tierna, revolviendo esporádicamente.

Incorporar el jenjibre y cocinar durante 3 minutos revolviendo de tanto en tanto. Agregar el comino, el coriandro, la pimienta, el azúcar, el ají y el resto de la sal y cocinar 5 minutos revolviendo a menudo para evitar que las especias se peguen al fondo de la sartén. Verter el vinagre, el azafrán disuelto y el agua revolviendo siempre. Reducir el fuego al mínimo y cocinar muy lentamente durante 2 minutos.

Colocar las albóndigas nuevamente en la sartén y revolver cuidadosamente para que queden cubiertas por las especias. Tapar la sartén y cocinar a fuego lento durante 15 minutos o hasta que al abrir las albóndigas estas presenten un color rosado en el centro.

Retirar la sartén del fuego. Colocar las albóndigas y el jugo de la cocción en una fuente caliente, espolvorear con las hojas de coriandro picadas y servir de inmediato acompañándolas con arroz o puré.