Camarones fritos al estilo chino

Lavar los camarones con agua fría y dejarlos a un lado para que se escurran sobre repasadores de papel.

En un bol pequeño, combinar la fécula de maíz, la sal y el pimentón de Cayena. Formar un pozo en el centro de los ingredientes anteriores y dejar caer dentro del mismo las yemas de huevo y el agua. Empleando una cuchara de madera, mezclar las yemas y el agua e ir incorporando lentamente la preparación de fécula. Mezclar bien hasta formar una pasta espesa y suave. Dejar reposar durante 20 minutos.

Mientras tanto, preparar la salsa. En una cacerola pequeña, llevar el vinagre, el azúcar, el puré de tomates, la salsa de soya, el aceite, la sal y el jerez a hervor sobre fuego moderado, revolviendo constantemente. Reducir el fuego al mínimo, agregar la fécuia disuelta y revolver. Cocinar la salsa durante un minuto o hasta que esté espesa y transparente. Retirar el recipiente del fuego y dejarlo a un lado.

En un bol pequeño, batir las claras de huevo con un batidor de alambre o giratorio hasta que con ellas puedan formarse picos duros. Añadir las claras batidas a la pasta y mezclar suavemente realizando un movimiento en forma de U.

Llenar una sartén profunda hasta un tercio de su capacidad con el aceite. Ubicar el recipiente sobre fuego moderado y calentar el aceite hasta que un pequeño cubo de pan viejo depositado dentro del mismo se dore en pocos segundos.

Sosteniendo los camarones por la cola, sumergirlos de a uno en la pasta. Dejarlos caer cuidadosamente dentro del aceite caliente, de a pocos por vez, y freírlos de tres a cuatro minutos o hasta que estén bien dorados. Retirarlos de la sartén con una espumadera y escurrirlos sobre repasadores de papel. Mantenerlos calientes mientras se fríe el resto siguiendo el mismo procedimiento.

Ubicar los camarones fritos sobre una fuente para servir entibiada y decorar con los gajos de limón. Recalentar la salsa y luego verterla dentro de platitos individuales. Servirla de inmediato junto con los camarones.