Pastel de peras suizo

En un bol chico, disolver 1 cucharada de azúcar con la leche tibia. Agregar, espolvoreando, la levadura y revolver. Dejar reposar la mezcla en un lugar aireado durante, 10 minutos o hasta que aparezcan las burbujas que forma la levadura en la superficie y se haya casi duplicado la cantidad.

Tamizar 1 harina, la sal y el resto del azúcar en un bol grande y tibio. Agregar 1/4 de taza de manteca y con la punta de los dedos machacarla con la mezcla de harina. Hacer un pozo el medio de la mezcla e incorporar en él la levadura y el huevo ligeramente batido. Revolver con una cuchara de madera. Luego amasar ligeramente y formar un bollo con la masa. Colocar este sobre una superficie enharinada y amasar durante 10 minutos, espolvoreando con un poco de harina cuando sea necesario para evitar que la masa se pegue.

Nuevamente formar un bollo con la masa y colocarla en un bol grande engrasado. Cubrir el recipiente con un paño y dejarlo en un lugar tibio y aireado durante 45 minutos hasta que la masa haya duplicado su volumen.

Mientras tanto preparar el relleno. En una cacerola chica, llevar el agua a hervor. Agregar las peras, las ciruelas, las pasas de uva y el jugo de limón, y revolviendo frecuentemente hervir durante 10 minutos o hasta que la fruta esté tierna y pueda deshacerse fácilmente con el reverso de una cuchara.

Escurrir bien toda la fruta. Desintegrarla en la licuadora o tamizarla a través de un colador. Agregar las avellanas, el azúcar, el kirsch, la ralladura de limón, la canela y la nuez moscada.

Cuando los ingredientes estén bien mezclados, incorporar el vino tinto lentamente, revolviendo. El puré debe estar bien espeso de modo que el vino debe agregarse con cuidado.

Empleando una brocha pastelera, untar con manteca una placa para horno o un molde para pan. Enharinar ligeramente un trozo de papel de cera. Pinchar la masa para eliminar el aire. Colocarla sobre el papel. Amasar ligeramente y estirar la masa en un cuadrado del tamaño de la placa.

Con una paleta, distribuir el relleno sobre la masa, cubriéndola suavemente hasta 2 cm de los bordes. Doblar estos sobre el relleno y enrollar la masa empleando un papel para levantarla.

Colocar el bollo en la placa enmantecada y pinchar ligeramente toda la superficie de la masa con un tenedor. Dejar en un lugar tibio durante una hora para que suba.

Calentar el horno a fuego elevado, 200°C.

Pintar la parte de arriba, los costados y extremos del pan con la mezcla de huevo y leche. Colocar en el medio del horno y dejar 10 minutos, luego bajar el fuego a moderado, 180°C, y cocer otros 50 minutos, o hasta que la corteza del pan esté dorada y crocante.

Transferir el pan a una parrilla metálica para que se enfríe. Servir a temperatura ambiente.

Acompañar con un vino rosado.