Calabaza rellena

Mientras el horno se calienta a una temperatura moderada (180°C), engrasar con una cucharada de manteca una asadera grande y alargada. Dejar a un lado.

Con ayuda de un cuchillo largo y filoso (uno para pan es ideal), cortar la calabaza a lo largo, en dos partes iguales. Con una cuchara de bordes filosos eliminar las semillas y hacer un hueco en el centro de cada una de ellas. Disponerlas luego en la asadera previamente preparada, una al lado de otra y con la parte ahuecada hacia arriba. Dejar a un lado.

En una cacerolita mediana, derretir 2 cucharadas de la manteca restante sobre fuego moderado. Cuando se haya derretido bien, adicionar las cebollas y el pimiento. Freír, revolviendo de tanto en tanto, hasta que las cebollas estén bien doradas.

Incorporar la carne picada y los tomates y cocer, revolviendo, para desmenuzar bien la carne hasta que pierda su color rosado.

Retirar la cacerola del calor y añadir las zanahorias. Condimentar con la sal, la pimienta y la páprika. Dejar reposar la mezcla.

Mientras tanto, combinar en un bol pequeño las migas de pan y las yemas batidas con crema. Verter esta preparación j unto con la carne, revolviendo para mezclar bien todos los ingredientes.

Colocar el relleno dentro de las calabazas ahuecadas y disponerlo en forma pareja, cuidando de no aplastarlo. Resultará más fácil si se trabaja con la parte lisa de una cuchara de madera.

Espolvorear con el queso rallado y poner con trocitos de manteca.

Colocar en el centro del horno y hornear durante una hora, o hasta que la calabaza esté tierna al ser pinchada con la punta de un cuchillo, y el relleno se haya dorado.

Retirar del horno y servir inmediatamente, desde la asadera.