Flan de huevos y vegetales en tarta

Para hacer la pasta, tamizar la harina junto con la sal dejándola caer, dentro de un bol de tamaño mediano. Agregar la manteca y la margarina y cortarla en trozos pequeños con un cuchillo de mesa. Frotar la manteca con la harina utilizando la punta de los dedos hasta que la mezcla semeje migas de pan finas.

Añadir una cuchara de agua helada y mezclarla con la preparación de harina. Mezclar y amasar la preparación con las manos hasta que esté suave. Añadir más agua si la masa resultara muy seca. Enfriar en la heladera durante treinta minutos.

Calentar el horno hasta una temperatura de 200°C.

Extender la masa hasta que tenga un espesor de seis milímetros. Levantarla con el palo de amasar y depositarla dentro de un recipiente para tarta de veinte centímetros. Acomodar la masa dentro del recipiente y recortar los bordes con un cuchillo. Cubrirla con papel de aluminio y una capa de porotos secos. Ubicar el recipiente en el horno y cocinar la masa sin el relleno durante quince minutos. Retirar el recipiente del horno. Quitar el papel de aluminio y los porotos secos. Dejar la tarta aparte.

Calentar el horno al máximo.

Para preparar el relleno, derretirla manteca dentro de una cacerola pequeña, sobre fuego moderado. Cuando la espuma baje, incorporar la cebolla y cocinarla durante cinco o siete minutos o hasta que esté blanda y transparente pero no dorada.

Retirar el recipiente del fuego. Incorporar la harina y revolver con una cuchara de madera hasta formar una pasta suave. Añadir la leche en forma gradual y revolviendo continuamente.

Colocar el recipiente nuevamente sobre el fuego y llevar la salsa a hervor, sin dejar de revolver. Cocinar lentamente durante dos o tres minutos o hasta que la salsa esté espesa y suave. Incorporar la papa, la zanahoria, las arvejas, la sal y la pimienta y revolver.

Forrar la base de la tarta con los huevos duros. Verter la salsa sobre los huevos. Espolvorear la parte superior con el queso rallado y ubicar el flan en el horno caliente. Cocinar hasta que la parte superior esté ligeramente dorada. Servir de inmediato si se desea saborearla caliente. De lo contrario, dejar que se enfríe a temperatura ambiente antes de servir.