Niños envueltos a la napolitana

Calentar el horno hasta una temperatura de 180°C.

En una cazuela grande a prueba de llama, calentar el aceite sobre fuego moderado. Cuando esté caliente, incorporar los chorizos y freírlos durante ocho o diez minutos o hasta que estén ligeramente dorados y se les haya derretido casi toda la grasa, dándolos vuelta con frecuencia. Traspasarlos a un plato utilizando una espumadera y dejarlos aparte durante diez minutos para que se enfríen. Descartar el aceite contenido en la cazuela reservando solo dos cucharadas del mismo.

Retirar la cazuela del fuego e incorporar la cebolla y el ajo. Freír durante cinco o siete minutos o hasta que la cebolla esté blanda y transparente pero no dorada, revolviendo de tanto en tanto. Añadir los tomates con el jugo, el puré de tomates, el azúcar, la sal, la pimienta y el orégano y cocinar durante cinco minutos revolviendo de tanto en tanto. Agregar el vino, aumentar el fuego al máximo y llevar la preparación a hervor, revolviendo sin cesar. Reducir el fuego al mínimo y cocinar la salsa durante diez o quince minutos o hasta que se haya reducido en una cuarta parte aproximadamente.

Mientras tanto, poner los escalopes sobre una superficie de trabajo.

Colocar un chorizo en el extremo de cada escalope y enrollarlos. Asegurar los arrollados de ternera con un palillo y dejarlos aparte.

En una sartén grande, derretir la margarina sobre fuego moderado. Incorporar los niños envueltos y freírlos hasta que estén ligeramente dorados de* todos lados, dándolos vuelta de tanto en tanto.

Retirar la sartén del fuego y traspasar los niños envueltos a la cazuela, utilizando una espumadera. Tapar el recipiente y cocinar la preparación hasta que al pinchar los chorizos con la punta de un cuchillo filoso se desprenda un jugo claro.

Sacar la cazuela del fuego. Servir en el mismo recipiente. Se aconseja servir este plato con pan crocante y acompañarlo con vino tinto.