Costillas de ternera al vino blanco

Ubicar las costillas sobre una mesada o tabla y frotarlas de ambos lados con la mitad de la sal y la pimienta.

Colocar el huevo en un recipiente plano. En un bol poco profundo, mezclarlas migas de pan junto con el queso. Pasar las costillas por el huevo y después por la mezcla de migas de pan y queso, recubriéndolas bien.

En una sartén grande, derretir la manteca sobre fuego moderado. Cuando la espuma baje, agregar los chalotes y el ajo y cocinarlos de tres a cuatro minutos hasta que aquellos estén blandos y transparentes, pero no dorados, revolviendo de vez en cuando. Incorporar las costillas a la sartén y cocinarlas durante tres minutos de cada lado. Rociarlas con el vino, añadir el resto de la sal y la pimienta y la nuez moscada, y revolver. Llevar el líquido a hervor. Reducir el fuego al mínimo y cocinar la preparación lentamente de veinte a veinticinco minutos o hasta que la carne esté tierna al pincharla con la punta de un cuchillo afilado.

Empleando una espumadera, pasar cuidadosamente las costillas a una fuente entibiada para llevar a la mesa. Bañarlas con el líquido contenido en la sartén y servir.