Gazpacho en ensalada

En un bol pequeño o taza, disolver la gelatina en dos cucharadas de jugo de tomate.

En una cacerola o cazuela pequeña, verter el resto del jugo de tomates junto con el jugo de limón. Mezclarlos, colocarlos sobre fuego moderado y llevarlos a hervor. Cuando haya hervido, retirarlos del fuego y mezclarlos con la gelatina derretida en las dos cucharadas de jugo de tomate. Revolver bien para que forme una preparación homogénea.

Agregar el ajo, la cebolla picada, el pepino cortado en rebanadas, el ají verde, los tomates pelados, la sal y la pimienta. Mezclar bien los ingredientes y luego verter la preparación en n molde apropiado.

Colocar el molde en el refrigerador y dejar enfriar por lo menos durante dos horas o hasta que la gelatina esté completamente coagulada.

Mientras se enfría la preparación, disponer las hojas de lechuga fresca en una fuente para servir. Las hojas pueden formar un lecho verde o bien una corona, a la manera de guarnición, a lo largo de los bordes.

Preparada la fuente, retirar el molde del refrigerador. Si se presen­tan dificultades para desmoldar la gelatina, introducir la base en agua caliente; la preparación se deslizará con facilidad.

La gelatina se dispone en el centro de la fuente y estará lista para llevar a la mesa.

Naturalmente, el plato puede decorarse de muchas otras maneras. Con pequeños bastones de ajíes morrones, aceitunas descarozadas y cortadas en mitades, filetes de anchoas, zanahorias, etc. También, colocando mayonesa o alguna otra crema en una manga y haciendo guardas de distintos grosores.

Incluso la guarnición de lechuga puede complementarse con palmitos y pickles, o bien reemplazarse por remitos de berro fresco.