Niños envueltos en salsa de tomate

Primero preparar la salsa. En una cacerola grande, calentar el aceite sobre fuego moderado. Cuando esté cadente, incorporar las cebollas y el ajo y cocinarlos durante cinco o siete minutos o hasta que las cebollas estén andas y transparentes pero no doradas, revolviendo de tanto en tanto.

Agregar el perejil, los tomates con el jugo, la sal y la pimienta y revolver para mezclar bien los ingredientes. Llevar el líquido a hervor. Reducir el fuego y cocinar lentamente la salsa durante treinta minutos o hasta que esté bastante espesa, revolviendo de ez en cuando.

Mientras tanto, en una sartén de tamaño mediano, derretir dos cucharadas de manteca. Cuando la espuma baje, incorporar los hongos, el jamón, la sal, la pimienta y la nuez moscada y revolver para mezclar bien los ingredientes. Agregar las migas de pan seco y el caldo o el vino, revolver y retirar el recipiente del fuego.

Colocar los escalopes sobre una superficie de trabajo. Dividir la preparación de hongos en partes iguales y distribuir sobre los escalopes. Enrollar la carne. Asegurar los arrollados con hilo o con palillos para cóctel.

En una sartén grande, derretir el resto de la manteca sobre fuego moderado. Poner cuidadosamente los niños envueltos dentro del recipiente y cocinarlos durante ocho o diez minutos o hasta que estén bien dorados de todos lados, dándolos vuelta de tanto en tanto.

Retirar la sartén del fuego y traspasar los niños envueltos a una cazuela poco profunda, a prueba de llama.

Verter la salsa sobre los niños envueltos, ubicar la cazuela sobre fuego al mínimo y cocinar lentamente la preparación hasta que la carne esté tierna. Retirar la cazuela del fuego. Quitar el hilo o los palillos a los arrollados de carne.

Calentar el horno al máximo.

Espolvorear los niños envueltos con el queso gruyere. Ubicar la cazuela en el horno y gratinar hasta que el queso esté dorado y burbujeante.

Retirar la cazuela del fuego y servir de inmediato.

Acompañar con rodajas de pan fresco y vino tinto seco.