Croquetas de pescado

En una cacerola de tamaño mediano, calentar la leche junto con las hojas de laurel, sobre fuego moderado.

Retirar el recipiente del fuego, dejar enfriar la leche y colarla.

En otra cacerola derretir la manteca sobre fuego moderado. Retirar el recipiente del fuego, agregar la hari­na y revolver con una cuchara de madera hasta obtener una pasta suave. Incorporar la leche en forma gradual. Revolver sin cesar.

Agregar las cebollas, la sal y la pimienta negra y mezclar.

Colocar la cacerola nuevamente sobre el fuego y cocinar la salsa hasta que alcance el hervor. Reducir el fuego al mínimo y cocinar lentamente durante unos minutos.

Incorporar el pescado, añadir la mitad del huevo batido y el perejil y unir bien todo.

Retirar la cacerola del fuego y verter la preparación dentro de un bol. Dejarla entibiar y colocarla en la heladera. Mantener en la heladera du­rante una hora o hasta que esté completamente fría.

Retirar el bol de la heladera. Con las manos enharinadas dividir la preparación en porciones iguales. Traba­jándola sobre una tabla enharinada, modelar las porciones y darles forma de croqueta. Poner el resto del huevo en un plato y el pan rallado en otro. Pasar las croquetas por el huevo y luego por el pan rallado.

En una sartén profunda, calentar el aceite sobre fuego fuerte hasta que un pequeño cubo de pan duro deposi­tado dentro del mismo se dore en po­cos segundos.

Colocar las croquetas, de a pocas por vez, dentro de una canasta para freír y sumergirlas en el aceite. Bajar el fuego a moderado y freír las croquetas hasta que estén crocantes y doradas de todos lados.

Retirarlas de la sartén y escurrirlas bien sobre servilletas de papel. Servirlas de inmediato