Hojas de vid rellenas

En una cacerola de tamaño mediano llevar el agua a hervor sobre fuego fuerte. Agregar media cucharadita de sal y el arroz y llevar el líquido nuevamente a hervor. Reducir el fuego al mínimo, tapar el recipiente y cocinar lentamente el arroz durante quince minutos o hasta que esté tierno y haya absorbido toda el agua. Si fuera necesario, escurrir el arroz dentro de un colador para quitarle cualquier resto dé agua. Colocar el arroz en un bol y dejarlo aparte.

En una cacerola de tamaño mediano, calentar el aceite de oliva so­bre fuego moderado. Agregar las cebollas y el ajo y cocinarlos durante ocho minutos o hasta que las cebollas estén blandas y transparentes pero no doradas; revolver de vez en cuando.

Incorporar la carne al contenido de la cacerola y cocinar durante quince minutos, sin dejar de revolver de tanto en tanto. Añadir el resto de la sal, la pimienta y el arroz cocido y mezclar bien los ingredientes. Agregar los chalotes, o cebollitas, el perejil, los piñones, la mitad del jugo de limón y la mitad del caldo de carne y revolver.

Reducir el fuego al mínimo y cocinar la preparación durante diez minutos; mezclar de tanto en tanto. Retirar el recipiente del fuego.

Colocar las hojas de vid, con la parte brillosa hacia abajo, sobre una tabla. Poner una cucharadita de la preparación de carne y arroz cerca del tallo de cada hoja. Enrollar las hojas como si se tratara de un arrollado plegando los costados hacia adentro para formar pequeños paquetes.

Ubicar los arrollados de hojas de vid, con el lado de la unión hacia abajo, dentro de una cazuela a prueba de llama, grande y pesada. Verter sobre los mismos el jugo de limón y el caldo restantes. Para mantener los arrollados en su lugar poner un plato con un objeto pesado sobre los mismos.

Poner la cazuela sobre fuego al mínimo y cocinar lentamente las hojas de vid rellenas durante veinticinco minutos.

Traspasar los arrollados a un recipiente para llevar a la mesa, junto con el líquido contenido en la cazuela. Adornar con los gajos de limón y luego servir.

Si se desea presentar la dolmadakia fría, dejar enfriar los- arrollados a temperatura ambiente. Tapar el recipiente y mantenerlo en la heladera durante una hora, antes de servir.