Caramelos americanos
Los caramelos americanos son golosinas con una agradable apariencia satinada. Esta característica se logra estirando la preparación de azúcar sobre una superficie o mesada de mármol; luego de enfriarla ligeramente se la trabaja primero con una espátula aceitada, y luego con las manos untadas con aceite, hasta que tenga una consistencia firme y flexible, de tono opaco pero satinado a la vez. Como esta tarea puede demandar hasta veinte minutos, es indispensable tener brazos fuertes para estirar y retorcer el caramelo. Una forma más descansada de hacerlo es colocar un gancho grande para caramelo contra una de las paredes, de la cocina a una altura conveniente. La preparación de azúcar se estira hasta formar una especie de soga y se la arroja contra el gancho aceitado. Cuando la preparación cae se estiran los extremos, se recoge nuevamente y se la vuelve a arrojar contra el gancho. Este procedimiento debe repetirse hasta que la preparación se torne suave y brillante.