Efervescente y agradablemente perfumado con frutas, este clericot es un perfecto acompaña-miento para servir en cenas frías o como trago largo en cualquier recepción íntima.
Esta omelette es la más popular y sustanciosa y los franceses suelen acompañarla con arvejas guisadas, buen vino tinto liviano y rodajas de pan fresco.
Esta omelette es un postre diferente para servir en comidas hogareñas. Puede usarse cualquier mermelada espesa, pero se verá más apetitoso con una de color oscuro, como ciruelas o frutillas.
Con esta omelette se puede obtener un plato sustancioso si se acompaña con verduras verdes y una ensalada de tomates. Para beber, un vino moscato bien helado.